Energía Viviente
Es la vida, la fuerza de energía, que comunica al alma con el espíritu de la persona, cuando haya el amor divino en su corazón.
El corazón es el lugar donde fluyen las venas del fluir artístico que confluyen con el lugar de vida del arte en su esencia.
La energía que vive en el ser humano lo hace realizar los hechos, que hacen a la realización de su persona en su vida, hacen a la vocación que va a desarrollar durante su caminar en el sendero de la libertad de espíritu.
Ese fluir fija su alma a situaciones que ha de vivir donde estará donde deba estar y sera lo que deba ser, así se forjara su destino.
La energía viviente es Dios en la vida de un ser humano que lo acompaña en su andar y para el cual quiere lo mejor, es un Padre que desea lo mejor para su hijo, es una Madre que cobija a su niñito en sus brazos, sosteniéndolo en todo momento, especialmente en los más difíciles y rogando por él. Es el Maestro que guía al discípulo amado allí donde el este, ayudándolo a ser un buen pez, para saber moverse en el agua del mar infinito del conocimiento, en la luz del discernimiento, en la voz de la sabiduría, en el servicio y el amor al prójimo. Es el Espíritu Santo que se reposa sobre sus hijos amados en un aleteo de paloma para que ellos hagan el vuelo del águila; derrama todo su amor en sus hijos muy queridos, ayudándolos en todo momento y arrullándolos con su cantar; es el soplo de aliento de vida, el suspiro de la amada por su amor eterno y desinteresado a su amado; son las rosas florecidas en primavera con la gracia divina.
Carina Patricia Cataldo.-